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Un equipo de arqueólogos norteamericanos hace excavaciones en las colinas de la antigua ciudad de Silo, en la actual Cisjordania. Ellos siguen las pistas ofrecidas por la Biblia sobra la ubicación del Tabernáculo, o la Carpa del Encuentro, donde quedaba el Arca de la Alianza.

El trabajo de Associates for Biblical Research (ABR) que lleva cerca de dos meses aún no ha ofrecido resultados concretos.

En realidad, varias otras excavaciones ya se realizaron en el sitio arqueológico de Tel Shiloh desde el siglo pasado. Obviamente, encontrar vestigios del histórico tabernáculo, que albergaba las famosas tablas de los diez mandamientos, sería un gran hecho.

El pastor Scott Stripling, que hace 20 años es profesor en la Universidad Bautista de Houston, en Estados Unidos, y director de excavaciones de la ABR, afirma: “hay quien dice que la Biblia no es confiable, pero para nosotros la Biblia es un documento histórico serio”.

En una entrevista con Fox News, Stripling insistió: “Estamos seguros de que el tabernáculo reposó en Silo.  Fue montado en Silo alrededor del año 1400 a. C., Josué 18: 1 lo menciona.

Hasta el momento, las excavaciones revelaron 10 enormes jarros de cerámica que serían anteriores a la construcción del Primer Templo. Los arqueólogos destacan que pueden ser un indicio de que el lugar fue abandonado abruptamente, como se describe en la Biblia.

En esas excavaciones, se encontraron cerca de 2 mil piezas de cerámica además de 700 objetos, que incluyen 250 monedas, joyas, herramientas, armas de metal y de piedra, pedazos de vasos de piedra usados ​​en rituales judíos, y un kobaat, cáliz ritual que probablemente se utilizaba en prácticas religiosas.

 

Pero hasta ahora, no hay señales inequívocas de donde quedaba el tabernáculo. “Es el mayor rompecabezas del mundo”, evalúa el profesor. Con las técnicas arqueológicas más modernas, incluyendo tecnología digital, su equipo cree que podrá encontrar pruebas de la historia narrada en la Biblia.

Se preparan para excavar durante los próximos 20 años, aunque creen que los resultados esperados aparecerán antes.

 

La excavación más reciente desenterró en las fortificaciones del norte de la ciudad antigua una gran cantidad de huesos de animales. Stripling cree que pueden estar relacionados con los sacrificios de animales en el lugar sagrado. “Encontramos una enorme cantidad de huesos. ¿Usted tiene 350 años de sacrificios, a donde todos estos huesos fueron?”, cuestiona, en una referencia al tiempo aproximado en que el Tabernáculo se quedó en Silo.

 

Los huesos están siendo meticulosamente analizados por la ABR. “La Biblia especifica qué animales deberían ser sacrificados y también dice que eran animales jóvenes”, recuerda el jefe de la expedición. “Si estos huesos se combinan con los animales del sistema de sacrificio bíblico y la edad especificados, entonces podemos tener una clara evidencia que el tabernáculo quedaba aquí cerca”, conmemora.

 

El grupo espera recibir resultados del análisis óseo, hecho en Estados Unidos, en las próximas semanas. Según la Biblia, Moisés indicó los preceptos, según lo que habría sido dicho por Dios, para la construcción del Arca de la Alianza, donde se guardarían las tablas de los Diez Mandamientos.

 

Los arqueólogos creen que el tabernáculo que alojó el Arca sólo puede haber sido instalado en Silo, que habría sido el gran lugar de oración de los israelitas antes de la construcción del Primer Templo en Jerusalén.

 

La investigación de ABR se centra en un lugar específico. Las dimensiones de un “tel” o “monte” en el centro de las ruinas de la antiguo Silo corresponden a las descripciones bíblicas del tabernáculo, insisten ellos.

Las Escrituras afirman que el Tabernáculo era el ciento de la adoración de los judíos durante al menos 350 años en la antigua ciudad de Silo, hasta ser destruido por los filisteos en el año 1.050 a. C., Stripling dijo a Fox News. Al señalar la historia bíblica, él dice que el Arca de la Alianza fue perdida para los enemigos, pero luego volvió a manos de los israelitas después de la intervención divina.

 

Los estudiosos apuntan que el Arca de la Alianza fue llevada a Jerusalén por el rey David alrededor del año 1.000 a. C. Ella estaba en el primer templo, construido por su hijo Salomón, pero desapareció de la narración bíblica cuando la ciudad santa fue destruida por los babilonios en 587 a. C.

 

Hasta hoy existen múltiples teorías sobre su destino. Mientras algunas personas creen que el oro de los objetos sagrados y del Arca fue derretidos por los babilónicos, otros alegan que el Arca fue llevada al Monte Nebo, en Jordania, mientras que otros afirman que está en Etiopía.

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La cuidad de Silo

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